Tres mil millones de latidos

Camino a mi casa, escuchando música y nuestra canción. y digo nuestra porque ahora le pertenece a esta amistad; a lo que hemos logrado en muy poco tiempo -un par de meses-. Pensaba en agradecerte por todo, partiendo por tu amistad, la confianza, y la paciencia. Gracias porque me devolviste la vida. Puede que tú no lo creas, pero la verdad es que literalmente estoy viva gracias a que apareciste tú. Quizás no todo esté bien ahora, quizás nuestras mentes estén en parajes muy lejanos y sobretodo muy oscuros, costará volver eso está claro, pero aquí estamos, aquí estoy... llegué para quedarme, y me quedo por gusto, y hasta por un motivo un tanto egoísta, por necesidad. Porque te necesito; esto es necesario para mi, imprescindible. Quiero vivir, o por lo menos eso creo, porque quiero estar ahí para ti al igual como tú has estado aquí para mi cuando más lo he necesitado... Gracias, infinitas gracias por convertirte en uno de mis pilares fundamentales de mi actual existencia... Gracias por la risa, por las lágrimas, por las interminables horas que he pasado en tu compañía que son simplemente la paz que buscaba, esa tranquilidad que requería. Y como dice la canción... yo estoy aquí de paso, soy itinerante, pero ahora quiero quedarme, porque confío en ti... confío en que seremos amigos por muchísimo tiempo y para mi eso es impagable. He sido un pésima amiga en muchas ocasiones, pero no quiero volver a serlo, quiero ser una versión mejorada de mi misma. Estás aquí por algo, y la vida nos depara muchas cosas, cosas que viviremos en conjunto, porque para eso estamos... para apoyarnos mutuamente y levantarnos tras cada caída. Deseo que seas muy feliz... y espero poder contribuir a tu felicidad. Ya no sé que más escribir, así que te dejo mil sonrisas y mil abrazos.  Te adoro infinito!

Merichu~